Un ex alumno leonciopradino, Abel Chávez, envió al diario La Crónica de Lima una carta fechada en Nueva York el 21 de diciembre de 1963 para “aclarar públicamente las afirmaciones falsas” contenidas en La ciudad y los perros. Chávez afirma haber pertenecido a la VI Promoción; por lo tanto, era un año mayor que el futuro autor de la novela y, como tal, le habría correspondido, junto a sus compañeros de promoción, “bautizar” a Vargas Llosa y los suyos. Aunque Chávez dice que conoció a Vargas Llosa en el colegio, se equivoca al afirmar que aquel se retiró “al segundo año”.

Hay motivos para pensar que el firmante de la carta no había leído la novela. Por un lado, la distribución de La ciudad y los perros en el extranjero apenas estaba comenzando, y conseguir una copia en Nueva York no debió ser fácil por esas fechas. Por otro, no se encuentra en la carta ninguna referencia concreta al contenido de la novela. Chávez (y no fue ciertamente el único) quiso hacer público su rechazo a una novela que no había leído pero que, estaba seguro, contenía “afirmaciones falsas” producto del “resentimiento” del autor.

Son escasos los testimonios contemporáneos de los ex cadetes leonciopradinos respecto a la publicación de La ciudad y los perros. Por eso, a pesar de lo dicho anteriormente, no carece de valor documental esa carta, publicada en La Crónica el 27 de diciembre de 1963, y que aquí transcribo para los lectores de este blog.

New York, Diciembre 21 de 1963.
Señor
Director del Diario “La Crónica”
LIMA

Distinguido Señor Director:

Me permito recurrir al diario de su digna dirección con el objeto de aclarar públicamente las afirmaciones falsas vertidas en una obra por Mario Vargas Llosa contra una institución de sólido prestigio como es el Colegio Militar Leoncio Prado.

El único título con el que me amparo para este efecto es el haber sido alumno de ese plantel, pues pertenezco a la VI Promoción, y haber conocido justamente en el Colegio al señor Vargas Llosa.

Mal puede este señor escribir una obra basada en su paso fugaz -se retiró al segundo año- enjuiciando el aspecto disciplinario de nuestro colegio ya que gracias justamente a la disciplina, a la educación, y al respeto que nos supieron infundir a través de los tres años de Secundaria que cursamos, es que hoy después de tantos años nos hemos convertido en ciudadanos profesionales muchos, útiles a nuestra Patria y a la Sociedad.

Como un ejemplo puedo indicarle al Sr. Vargas Llosa que de la sexta promoción salió el que más tarde fue Espada de Honor de la Escuela Militar de Chorrillos, otro que también fue Espada de Honor de la Escuela de Aviación, y que en la Escuela Naval los tres cadetes enviados a Indianapolis fueron ex alumnos de nuestra Promoción y alcanzaron primeros calificativos. En las profesiones liberales tenemos 15 médicos, 25 ingenieros, 20 oficiales del Ejército Peruano, 5 de la Escuela de Aviación, 4 de la Escuela Naval y 6 en la Escuela de Policía, entre otros.

No se puede atacar una Institución, Sr. Vargas Llosa; aunque Ud. debe saberlo le recordaré que los hombres pasan y las Instituciones quedan. Nuestro Colegio y los que formamos parte integrante de él como ex alumnos, lo único que podemos decirle es que quizás su resentimiento lo ha hecho escribir tanta falsedad, tanta mentira contra una Institución que lo acogió cuando se presentó y de la cual, ni en esa época y menos ahora, ha sabido hacerse digno.

El talento -cuando alguien lo tiene- debe usarse en bien de la Sociedad y para exaltar las Instituciones de nuestra Patria y no, como en este caso, mintiendo sólo con el afán de notoriedad y de negocio. Espero que tantos que han pasado por las aulas Leonciopradinas sepan también salir en defensa del Colegio que nos dio sus luces e iluminó el sendero de nuestras vidas.

Muy agradecido por la atención que la presente le merezca, quedo de Ud. atto. ss.

Abel Chávez G. M.
Ingeniero en Electrónica
54 – 7 Avenue, Apt. 5, Brooklyn, New York.
Pasaporte No. 77530.

Fotografía: Grupo de cadetes del Colegio Militar Leoncio Prado. Fuente: http://cmlpxv.com

Coda.- En fecha imprecisa, probablemente hacia 1967, el escritor y exalumno del Leoncio Prado Felipe Buendía (1927-2002) publicó la novela La sétima sección, ambientada también en dicho colegio militar. Esta novela, hoy poco conocida, ha sido mencionada por Sergio Vilela como un intento por atacar “con toda su furia” a la novela de Vargas Llosa, afirmación que no parece sostenerse luego de leer la novela (Ver Sergio Vilela, El cadete Vargas Llosa, Planeta, 2003, p. 202). Sobre este episodio ver Biografía de una novela, nota 43, pp. 216-217.

Se puede acceder al texto completo de la novela haciendo click en la siguiente imagen: