La ciudad y los perros en el Día del libro (Barcelona, 1964)

Primer día del libro en Sant Jordi 1931Fotografía del Día del libro en Barcelona (1931)

Desde 1926 se celebra en España el Día del libro, inicialmente el 7 de octubre, fecha del nacimiento de Cervantes, pero a partir de 1931 se cambió la fecha al 23 de abril en conmemoración de la muerte de Cervantes (22 de abril) y de Shakespeare (23 de abril), ocurridas el mismo año de 1616. En Cataluña, además, esa fecha coincide con el día de Sant Jordi, patrón de los catalanes.

Con ocasión del Día del libro de 1960, el diario ABC publicó una nota resaltando el hecho de que ninguna otra ciudad española desplegaba tanta actividad ese día como Barcelona, “situada a la cabeza en la producción editorial [y donde] las librerías se hacen y deshacen para llamar la atención y provocar las ventas en un alto nivel” (ABC, 24 de Abril de 1960, p. 79). La nota informa también que “la atención preferente se ha dirigido a los premios literarios” y que el libro más vendido fue la novela Primera memoria, de Ana María Matute, que había obtenido el Premio Nadal en 1959.

sant-jordi-1960 revista destinoPortada de la revista Destino dedicada al Día de Sant Jordi de 1960

Con ocasión del Día del libro de 1964, ABC realizó una encuesta entre los libreros de Barcelona para seleccionar los libros más vendidos. El reporte, a cargo del escritor catalán Albert Manent, ofreció la lista de los cinco primeros títulos:

  1. Valentín Castanys, La memoria es diverteix (Ediciones Destino)
  2. Francisco Candel, Els altres catalans (Ediciones 62)
  3. Manuel Mejía, El día señalado (Ediciones Destino), Premio Nadal 1963
  4. Pedro Calders, L’ombra de Patzavara (Editorial Selecta), Premio Sant Jordi de Novela 1963
  5. Mario Vargas Llosa, La ciudad y los perros (Seix Barral), Premio Biblioteca Breve 1962

Como se puede observar, tres de ellos eran libros en catalán, lo que dice mucho de las preferencias lingüísticas de los lectores barceloneses. Y tres de ellos eran ganadores de sendos premios literarios, con el Nadal a la cabeza, confirmando lo observado en 1960. Este premio había sido creado veinte años antes, en 1944, y gozaba ya de gran prestigio y aceptación entre el público lector. El Premio Biblioteca Breve, por su parte, apenas había empezado en 1958 y no tenía todavía la misma recepción que el Nadal. Vargas Llosa fue el primer escritor hispanoamericano en ganar el Biblioteca Breve, que a partir de entonces se convertiría en un referente importante para la literatura hispanoamericana. Para efectos prácticos, sin embargo, y pese a que había publicado su libro de cuentos Los jefes en Barcelona (Editorial Rocas, 1959), Vargas Llosa era todavía un escritor desconocido para el gran público. La publicidad que acompañó tanto al Premio Biblioteca Breve como a la publicación de la novela seguramente contribuyó a incrementar las ventas de La ciudad y los perros, pero solo alcanzaría a colocarse en quinto lugar. Aquí reproduzco un aviso a página entera que apareció en la revista Destino justo días antes del Día del libro de 1964:

Aviso de LCYLP_Abril 1964Destino, No. 1393, 18 de Abril de 1964, p. 6

Manent comenta con envidiable optimismo que los resultados de esa encuesta “indican que cada vez más los libros mediocres, los refritos y las síntesis improvisadas dejarán de publicarse o se morirán de polvo en los anaqueles”. Cuánto hubiéramos querido ver cumplida esa predicción, pero lo cierto es que el panorama que el mismo Manent trazó en otros acápites de su nota ha terminado prevaleciendo: “El alud de publicaciones es tan imponente -y la mayoría son libros mediocres, muy parecidos entre sí- que no hay tiempo ni de hojearlos (…) mientras el nivel medio de la enseñanza no suba, miles de ejemplares de tres, cinco o diez pesetas (típica subliteratura) continuarán teniendo un público vastísimo”.

Se puede leer el PDF de la nota de ABC haciendo click en esta imagen:

Encuesta

One response

  1. Quienes hacen de la lectura un hábito tienen mayor capacidad de concentración en tareas cotidianas e incluso en aquellas que requieren de pensar demasiado. Además este enfoque constante e inconsciente, aumenta la capacidad de tomar mejores decisiones en el día a día, la cual para todos (lo creas o no) es limitada.

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