Un anticipo de “Los impostores” (México, 1963)


Portada de un ejemplar de La cultura en México

Cuando Vargas Llosa ganó el Premio Biblioteca Breve a comienzos de diciembre de 1962 sus amigos en Lima -Oquendo, Loayza, Salazar Bondy, Oviedo- celebraron la noticia, escribieron cartas, publicaron comentarios en la prensa y programaron la publicación de un avance de la novela en una revista, Proceso, que por entonces estaba en preparación: “En el primer número publicaremos unas páginas de Los impostores [y] quizá una nota sobre tu novela”, le escribió Loayza a Vargas Llosa el 20 de diciembre. Pero ese primer número demoraría más de un año en ver la luz. La idea de publicar un anticipo de la novela, en cambio, sí se hizo realidad en México.

Vargas Llosa había estado en México en octubre de 1962 y conoció al poeta José Emilio Pacheco, quien trabajaba como Jefe de redacción de La cultura en México (LCM), el notable suplemento del diario Siempre! dirigido por Fernando Benitez y que había sido fundado ese mismo año. Sucesor de México en la cultura, suplemento del diario Novedades (1949-1961),  también dirigido por Benitez, LCM se convirtió en una de las más importantes publicaciones culturales y políticas de México durante las décadas de 1960 y 1970. Allí colaboraron Alfonso Reyes, Octavio Paz, Carlos Fuentes, José Revueltas, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis, José Luis Cuevas y muchos otros escritores e intelectuales mexicanos y extranjeros.

Luis Mario Schneider, un periodista y escritor argentino residente en México entrevistó a Vargas Llosa en París a raíz del premio Biblioteca Breve, un encuentro sin duda facilitado por Pacheco. También le solicitó un fragmento para ser publicado en LCM. Ambos, la entrevista y el anticipo de la novela aparecieron en la edición del 1 de mayo de 1963 de LCM. Este es, hasta donde conozco, el único fragmento de La ciudad y los perros que se publicó antes del lanzamiento de la novela a fines de octubre de 1963.

El anticipo publicado en LCM corresponde al episodio del robo del examen con que se abre la novela. Al compararlo con la versión final publicada meses después se advierten algunos cambios de puntuación y otros ajustes menores en la redacción, algo que era de esperarse pues Vargas Llosa siguió corrigiendo el manuscrito durante los meses que duraron las negociaciones con la censura española y el proceso de producción del libro.

En la entrevista con Schneider Vargas Llosa describió brevemente el contenido de la novela, ofreció reflexiones sobre la relación entre ficción, historia y memoria, rechazó la idea de una literatura “militante” y nombró a quienes consideraba los escritores hispanoamericanos más importantes.

José Emilio Pacheco le escribió a Vargas Llosa el 20 de julio de 1963 para hacerle saber que “los de Siempre! quedaron encantados con la entrevista y el capítulo y quieren que colabores con frecuencia”. También le contó que Carlos Barral había pasado por México y habló “con la mayor admiración y el más grande entusiasmo de ti y de tu libro”.

Poco más de un año más tarde, el 23 de agosto de 1964, Pacheco le contó a Vargas Llosa que “la segunda edición de La ciudad y los perros ha tenido un éxito tan grande como la primera, que hay hasta mercado negro de ejemplares [..] conozco varios casos de estudiantes que, sin dinero y deseando leerte, se han puesto de acuerdo para comprar entre varios el libro”.

Aquí reproduzco la entrevista de Schneider y el adelanto del primer episodio de Los impostores:

 

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