En una nota publicada hace algunos meses compartí con los lectores de este blog información sobre la revista Proceso, de la que sólo apareció el número de prueba a comienzos de 1964. Mencioné el hecho de que no había logrado encontrar un ejemplar de la revista en las diversas bibliotecas y archivos que consulté.
Aunque en la Biblioteca Nacional del Perú lo daban por perdido, gracias a la amabilidad de Osmar Gonzáles, Director Técnico de la BNP, y la ayuda del personal de la hemeroteca, pude finalmente acceder al que podría ser el único ejemplar de dicha revista que ha sobrevivido.
El Consejo de Redacción de la revista estaba integrado por Luis Loayza, Hugo Neira, Abelardo Oquendo, José Miguel Oviedo, Juan Gonzalo Rose, Sebastián Salazar Bondy y Mario Vargas Llosa. El número “cero” tuvo como “tema central” la ciudad de Lima: su historia, su presente, sus representaciones. Los platos fuertes de ese primer y único número de la revista fueron sendos fragmentos de dos libros fundamentales del ensayo y la ficción que se publicaron casi simultáneamente: Lima la horrible de Salazar Bondy, cuya primera edición apareció en México en 1964, y La ciudad y los perros de Vargas Llosa, publicada en Barcelona en octubre de 1963. Ambos títulos serían luego publicados en el Perú dentro de la colección “Populibros Peruanos” que dirigió Manuel Scorza.
Aparte de esos dos textos Proceso incluyó varios artículos que giraban en torno a Lima: Oviedo sobre Ricardo Palma, Loayza sobre Martín Adán, Salazar Bondy, Neira y Oviedo sobre Héctor Velarde. También escribieron Salazar Bondy sobre Szyszlo y Oquendo sobre Blanca Varela. Se incluyó además un grupo de poemas de Carlos Germán Belli y un texto del filósofo polaco Adam Schaff sobre marxismo y existencialismo.
Ideológicamente, Proceso se ubicaba al interior de las corrientes que buscaban conectar el trabajo intelectual y literario con los esfuerzos de cambio político y social que se estaban gestando en el Perú y en América Latina. Sus animadores afirmaron en el “Editorial”: “Nos corresponde reflejar nuestra propia búsqueda de certidumbre, nuestro incorformismo ante la realidad peruana, nuestra actitud de examen frente al pasado”. Y luego agregaron: “Creemos, a pesar de todo, en la necesidad de la tarea de la cultura y la inteligencia en los países, como el Peru, alienados por la miseria y el subdesarrollo. Y creemos que estas empresas de conocimiento de la realidad son inseparables de la identificación con la causa popular”.
Se trata de un número muy valioso y que nos hace lamentar que la revista no hubiera tenido continuidad, a pesar de que el número 1 estuvo en preparación y se programó su salida para abril de 1964 [1]. No se puede dejar de notar, al mismo tiempo, que era una revista hecha y casi en su totalidad escrita por un grupo cercano de amigos (una “pequeña capilla”, según la expresión del crítico francés Gerald Hirschhorn) y que reflejaba los gustos e inclinaciones de un sector influyente pero muy acotado del pensamiento y la creación peruanas.
Los lectores interesados podrán acceder a este importante documento haciendo click en la siguiente imagen:
Coda.- En el suplemento “Dominical” del diario El Comercio (1 de marzo de 1964) y con el seudónimo que solía usar (Diego Mirán), Sebastián Salazar Bondy publicó una reseña de este número. Aquí reproduzco el texto:
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[1] En una carta a Mario Vargas Llosa, fechada el 11 de marzo de 1964, Salazar Bondy escribió: “Abe [Oquendo] me dice que te ha mandado también el número cero de Proceso. Míralo con indulgencia plenaria. Nos descuidamos en la diagramación y no salió muy bien. Pero a fines de abril aparecerá el número 1 y estará, te lo juro, muchísimo mejor. Su tema es ‘El indigenismo'” (Papeles de Mario Vargas Llosa, Firestone Library, Universidad de Princeton, Caja 92, Folder 6).