A comienzos de la década de 1960, cuando el premio Biblioteca Breve y la colección que llevaba el mismo nombre se estaban convirtiendo en referentes de primera línea de la literatura contemporánea, la editorial Seix Barral empezó a publicar en diversos medios unos avisos publicitarios bajo el título de “Carta a los lectores” y que firmaba “El editor”, es decir, Carlos Barral. Las “Cartas” buscaban llamar la atención de los lectores sobre los libros más destacados y recientes del catálogo de Seix Barral.
El 6 de Abril de 1963, por ejemplo, una de esas Cartas anunciaba en la revista Destino la publicación de Ritmo lento, de Carmen Martín Gaite, “única obra finalista” del premio Biblioteca Breve de 1962, según la describía Barral. (Destino era un semanario publicado en Barcelona y que había adoptado una línea cada vez más liberal, catalanista y anti-franquista, alejándose de la Falange bajo cuyos auspicios había sido creada en 1937 en Burgos). Esa Carta de Abril de 1963, además, buscaba generar expectativa sobre la futura publicación de La ciudad y los perros: “El libro ganador, Los Impostores de Mario Vargas Llosa, debe permanecer inédito hasta después del fallo del Prix Formentor al que opta automáticamente por haber obtenido el Premio Biblioteca Breve”. Esta no era la única razón, sin embargo, por la cual la novela de Vargas Llosa estaba aún “inédita”: faltaba superar el escollo de la censura franquista. Todavía le aguardaban meses de negociaciones con la oficina de censura.
Una vez publicada La ciudad y los perros Barral redactó otra “Carta de Seix Barral a los lectores de Destino” en la que hacía un encendido elogio de la novela de Vargas Llosa coronado por esta afirmación: “Es sin duda La ciudad y los perros el manuscrito más importante que ha pasado por mis manos”.
Aquí reproduzco la mencionada carta:
(La misma carta apareció unos días después en el diario La Vanguardia, según información proporcionada por Augusto Wong Campos).