En el articulo que tuvimos que leer para clase, The Aesthetic of Hunger and Aesthetic of Dreaming, unas citas me impacto que quiero analizar para este blog post:
“to this day, only distortions of the truth (a formal exoticism that vulgarizes social problems) have been widely communicated, provoking a series of misunderstandings which go beyond the arts and contaminate the political domain”.
“the hunger of Latin America is not simply an alarming symptom: it is the essence of our society”.
Viviendo en el mundo presente, muchas veces olvidamos el pasado violento infligido a unos de la mano de otros, o simplemente lo reconocemos como la antigüedad. Con la llegada del colonialismo, inició un mundo fragmentado en Latinoamérica y las poblaciones indígenas. Creó un excuso para el gobierno de actuar en formas inhumanas contra su gente a través de borrar sus injusticias a los ojos de la sociedad afuera y el resto del mundo. Debido a los estereotipos y a un racismo profundamente desarrollado, una enorme malinterpretación y subrepresentación de la vida de la gente del tercer mundo ha surgido a través de nuestra nación, que ha sido familiarizada y universalizó por nuestros medios de comunicación, lo que permite una continuación de la marginación injusta explotación. Aquellos que han sido afectados por estos eventos descubren que sus identidades devienen un debate interno, luchando con los sentimientos de pertenecer a su cultura tradicional junto a vivir aceptado para la sociedad moderna. Una resiliencia que fortaleza el racismo surge a través de la aparición de la sensación de la doble consciencia.
En mi opinion, el mundo de arte tiene las herramientas para recuperar, valorar, la cultura de Latinoamérica, dándola un espacio para abrazar y reafirmar el orgullo de sus raíces.