El arte viene en muchas formas diferentes, pero esta semana vimos los materiales actuales usados para crear el arte politico. Muchas personas en los Estados Unidos pasan por alto el hecho de que la gran depresión afectó a todo el mundo. Debido a la globalización, países como Argentina experimentaron una disminución en el precio de las materias primas. No había aprendido sobre el movimiento del nuevo realismo social, pero estaba intrigado por el arte de Antoni Berni. Él dio un nuevo propósito a material que por lo general sería tirado en la basura o visto como inútil. Creo que esta fue una manera increíblemente creativa e ingeniosa de resaltar la desigualdad social en Argentina. La clase obrera se le dio una voz a través de estas creaciones y personajes simbólicos como Juanito. La película, Wasteland, llamó la atención a los vertederos en Brasil y las horribles condiciones de trabajo. Similar a Berni, Vic Muñiz desafió lo que normalmente se considera arte fino. Fue desgarrador ver la realidad de la comunidad de Jardim Gramacho. A pesar de que el proyecto cambió la vida de muchos de los trabajadores, esto no es una problema aislado. Los países en desarrollo tienen que hacer frente a las externalidades negativas del mundo occidental. Creo que es importante que los artistas utilicen su privilegio para destacar la pobreza y las disparidades sociales. Las obras de esta semana muestra la complejidad del proceso político artístico, desde la ubicación de la creación hasta los materiales físicos involucrados. Me ha ayudado a entender que una artista tiene el poder de convertir cualquier cosa en una obra de arte impactante.
Esta creación de Muñiz y la gente de Jardim Gramacho es tan poderosa en mi opinión. Se puede ver tantos detalles de su expresión facial, y su sonrisa es contagiosa. Es impresionante que algo tan hermoso está hecho de basura.