Recuerdos de mi niñez

Esta semana pasada yo aprendí sobre el muralismo mexicano. Específicamente, con el enfoque en los tres grandes, José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. De los tres muralistas reconocí un nombre, Diego Rivera. A medida que pensaba más y más sobre dónde había escuchado su nombre, mi memoria lentamente comenzó a recordar cuando estaba en la escuela primaria.

 

El español es mi primer idioma, aunque hoy lucho por mantener la fluidez. Cómo preescolar, solo entendía y hablaba español, que fue cuando mis padres decidieron que debía ir a una escuela bilingüe. Estuve en una escuela bilingüe desde kindergarten hasta sexto grado, y seguí en el programa de inmersión en español hasta mi octavo año. Esta escuela bilingüe es lo que me dio un sentido de comunidad. Cada día me iba muy feliz a la escuela. Aquí es donde me introdujeron a un a variedad de culturas. Recuerdo que uno de los programas después de la escuela era el baile folklórico, uno de  los programas en el que participe. Siempre tenía orgullo de presentar los bailes y hasta el día de hoy todavía recuerdo los bailes.

 

Junto con esto, vino aprendiendo sobre la cultura latinoamericana. Recuerdo que me presentaron a artistas en clase, específicamente a Diego Rivera y Frida Kahlo. Aquí es donde aprendí por primera vez sobre Diego Rivera. Recuerdo que mi clase tenía un libro llamado Diego, que estaba en inglés y español. Todavía recuerdo cuál era la portada del libro, era un niño sentado pintando.

Este es exactamente el libro de Diego Rivera que tenía en mi clase.

De niña, recuerdo haber conocido a Diego Rivera como la persona casada con Frida Kahlo. En mi casa yo tenía un libro para niños que se trataba sobre Frida Kahlo y su vida, y se menciona brevemente a Diego Rivera. Entonces, sabía que Rivera era el esposo de Frida Kahlo, quien también resultó ser un pintor. 

 

Pensando en cómo, cuando era niña, pensaba que Frida Kahlo era esta artista famosa y que Diego Rivera era solo su esposo, que también pintaba, me gusta que pensaba de esta manera. No para desacreditar ninguno de los talentos o éxitos de Rivera, pero creo que es significativo que considerara a Kahlo tan importante o más importante que Rivera. Digo esto porque creo que al crecer gran parte de la historia que aprendimos y los modelos a quién seguir en general siempre fueron hombres. Me alegra pensar que de niña todavía tenía la imagen de que las mujeres eran tan importantes como los hombres. Pero también es triste porque sé que en algún momento después de crecer y estar más inmerso en las normas y construcciones sociales de la sociedad, perdí esa idea.

 

Mientras escribo esto, nunca pensé que esta reflexión sería tan profunda como se ha vuelto. Independientemente de todo esto, aprendí mucho sobre los tres grandes y sus roles en el arte tanto en México como en los Estados Unidos. Y creo que es sorprendente cómo usaron sus murales para mostrar las injusticias sociales.

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