El contenido de nuestra clase esta semana fue muy impactante para mí, me hizo reforzar las conexiones que he establecido entre el arte y la política. Aprendiendo sobre las maneras en que los Tres Grandes de los muralistas mexicanos (Diego Rivera, José Clemente Orozco, y David Alfaro Siqueiros) cambiaron las perspectivas de artistas americanos en los Estados Unidos fue muy impactante. Los muralistas vinieron a los Estados Unidos con los ideales que habían formado en el periodo después de la revolución mexicana, sabiendo cómo ilustrar una narrativa nacional en sus murales. Los muralistas no escondían los sentimientos de la gente cotidiana, no conformaban sus trabajos a los ideales estadounidenses, ellos ilustraban lo que ellos creían representaba a la gente y sus experiencias. En uno de los videos en el sitio web de la exposición “Vida Americana,” Jacob Lawrence, un artista afro-americano, hablo sobre la habilidad de Diego Rivera de entender el poder de la representación en el público, moviéndolo a pensar en las maneras que Lawrence podia incorporar esta idea en sus propias obras. En esta manera, yo puedo ver las maneras en que Rivera creía que todo el arte debería ser propaganda, diciendo que cada obra de arte sea una proclamación del artista.
Luego, cuando leí las palabras de Orozco, me movió mucho la idea que los murales no pueden ser escondidos para el beneficio de un grupo selecto, sino que son “for the people. [They] are for ALL.” Ya que he prestado más atención a los murales que veo alrededor mi ciudad, entendiendo esa noción profundamente. Aunque los murales que he visto no son gigantes o necesariamente estimulantes, forman parte de mi comunidad y siempre están allí para que toda la gente los vea. Esta libertad y actitud receptiva que viven en los murales son los aspectos que me fascinan, realmente viven con la gente cada día.
El manifesto de David Alfaro Siqueiros fue muy impresionante también, especialmente en la manera que proclamaba que “el arte del pueblo de México es la manifestación espiritual más grande y más sana del mundo y su tradición indígena es la mejor de todas.” Esta proclamación de la belleza y poder del arte indígena me impactó mucho porque yo sé que no solamente existe la afirmación en el mundo del arte, sino también políticamente y socialmente. Este sentimiento vive claramente en las obras de los muralistas, especialmente cuando estaban tratando de crear su historia nacional entre sus obras.
En fin, esta semana yo empece a fortalecer las ideas que he empezado a realizar en nuestra clase, específicamente cómo la política puede ser inextricable del arte. Ya estoy empezando a estudiar el arte más críticamente, tratando de buscar las maneras en que los artistas podrían estar haciendo proclamaciones en sus obras, aunque sean sobresalientes o no. Entiendo que cada obra es creada con intenciones especificas y yo quiero tratar de honrar esto cada vez que estudio el arte. Siento que ya estoy formando ideas más claras de los significados que pueden existir en las obras que veo.
Estas son las obras que me impresionaron esta semana.